Tomado de: ¨diariolibre.com¨
Los boxeadores cubanos Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, que estaban detenidos en Brasil tras abandonar sus puestos en los Juegos Panamericanos, llegaron ayer deportados a la isla, donde el presidente Fidel Castro aseguró que no sufrirán represalias carcelarias por su actitud.
"Carecían de documentación", explicó Castro en una de sus habituales reflexiones publicadas en el periódico Juventud Rebelde.
Paralelamente, en una escueta nota de corte estatal, se indicó que los atletas arribaron en la madrugada y se les llevó a una casa donde pudieron ver a sus familiares.
"No fueron trasladados a una prisión. Permanecieron en el mismo hotel donde se alojaban bajo control de la Policía Federal. Los boxeadores le comunicaron que habían cometido un error y estaban arrepentidos. Se negaron a recibir a un ciudadano alemán, que de inmediato se interesó por ellos, cumpliendo instrucciones de la empresa mafiosa", agregó el mandatario.
"A estos ciudadanos no los esperan arrestos como los que usa el Gobierno de Estados Unidos en Abu Ghraib y Guantánamo, jamás utilizados en nuestro país", manifestó Castro.
domingo, 5 de agosto de 2007
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